Ya hace dos años que una mujer embarazada de siete meses fue forzada por el gobierno de Pekín a tener un aborto. En China una forma de control de la natalidad es que una pareja no pueda tener dos hijos. ( Aquí puedes ver el artículo original )
Mo Yan, ganador del Premio Nobel de Literatura de 2012, describe en su novela " RANA " la condición de las mujeres chinas que quieren criar a sus hijos no deseados por el régimen. Ha elegido a este anfibio para su libro porque su alta capacidad de reproducción.
El personaje principal viene a decir a que si deja su parto en manos del país este niño nunca verá la luz pero que si decide huir y tener su hijo este será un ciudadano chino más.
Cuando me enteré de la noticia pensé que era parte de los maoístas y la prehistoria , en mi corazón , deseoso de no tener que lidiar nunca con algo semejante a esto. Hay países en los que se debate si abortar en los primeros meses de vida es algo legal o no y otros países en los que se obliga a abortar incluso a los siete meses de gestación.
En estos dos años que han pasado desde que salió la noticia nada ha cambiado en este país aunque aún sigue en el recuerdo de todos porque fue un gran impacto para la sociedad . De hecho , hace unos días leí otro artículo ( haz clic aquí para ver el artículo original) , que habla de los efectos devastadores de este tipo de intervenciones sobre el cuerpo de la mujer.
Ya no se trata de religiones ni creencias. Es una cuestión de ética, moral y respeto humano. Los derechos humanos deberían ser revisados a fondo en todos los países y enfocarlos no a beneficios de los políticos sino en beneficio de la humanidad.
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